Tras vivir varios años en un piso, esta pareja decidió trasladarse a una casa mayor donde poder construir el hogar de sus sueños junto a sus dos hijos. Pero la nueva vivienda unifamiliar necesitaba una reforma urgente para poder adaptarla a sus gustos y estilo de vida. Por ello, solicitaron la ayuda de la interiorista Natalia Novellasdemunt, autora del blog de decoración El País de Sarah.
Como la familia quería un hogar minimalista, actual, práctico, acogedor y funcional; el primer paso para lograrlo fue quitar el gotelé en techos y paredes.
Con las nuevas paredes lisas, la interiorista pudo jugar con los colores y los papeles pintados. De esta forma, sustituyó el antiguo suelo por un parquet laminado en un tono grisáceo, y en algunas de las estancias de la vivienda (recibidor, cocina, baños y despensa) empleó un suelo porcelánico.
El blanco es el gran protagonista de la nueva vivienda, visto en paredes, techos, carpintería, muebles y accesorios. No obstante, para aportar mayor sensación de confort y calidez en algunas de las áreas (recibidor, salón, dormitorio infantil y dormitorio principal), Natalia decoró una de las paredes de cada espacio con papel pintado, añadiendo color y texturas en las demás.
La cocina también goza de un nuevo aspecto al haber quitado las antiguas baldosas, sobres y frentes de armarios. El porcelánico es ahora el encargado de revestir paredes y encimeras; y los nuevos frentes relucen gracias a una melanina en acabado madera combinada con otra en un tono grisáceo.
Junto a la cocina, el antiguo aseo ahora respira un aire fresco y luminoso.
En la primera planta destinada a la zona de descanso de la familia, el baño se reformó por completo. Este se hizo más amplio para poder ubicar un espacio de almacenaje y un plato de ducha de mayor tamaño.
Los muebles y armarios que la pareja tenía en su anterior vivienda, se reutilizaron en las habitaciones. Además, para potenciar la sensación de confort y calidez, Natalia optó por cubrir algunas de las paredes con papel pintado de estilo nórdico.
Después de la reforma, la vivienda pasó de tener un aspecto rancio a convertirse en un hogar cálido, acogedor y funcional, cumpliendo las necesidades de la familia que lo habita.
Y ahora... Echa un vistazo a la casa antes de la reforma (y alucina).