Si por algo se caracteriza el norte de España es por sus zonas montañosas. Una tierra de mitos y leyendas que, a día de hoy, sigue siendo uno de los destinos más solicitados por aquellos que buscan huir del trajín de la ciudad, para reconciliarse con la Madre Naturaleza.
Y en ese entorno idílico se encuentra Potes, un precioso municipio en el centro de la comarca de Liébana, famosa por las luchas medievales que tuvieron lugar, mucho tiempo atrás, entre los Mendoza y los Manrique.
Con tanta historia y belleza a su alrededor, no es de extrañar que un alma artística como la de Alicia Hernández, directora creativa de la firma de moda Dolores Promesas, haya decidido concebir aquí su refugio personal.
La casona, de construcción tradicional, se encontraba en buen estado, ya que había sufrido una reforma reciente. Sin embargo, se echaba en falta una intervención en las partes importantes de la vivienda, como la cocina y el suelo, sin olvidar la pintura. Los objetivos del proyecto fueron, por tanto: aportar más identidad y darle un aire nuevo.
La diseñadora de moda, con el asesoramiento de Adriana Nicolau, y la inestimable colaboración de IKEA en la cocina, se dispuso a crear su propio concepto de casa rural, una combinación exquisita de tradición y sofisticación.
En palabras de Adriana: ''La casa necesitaba un nuevo aire no tan rural, con un toque de sofisticación contenida y tonos de pintura más oscuros para darle personalidad y sorprender al visitante. Una decoración más madura, haciendo confluir los distintos estilos por los que va pasando una mente tan creativa y explosiva como es la de su propietaria''.
La planta baja cuenta, además, con un dormitorio y un baño de cortesía. En el piso superior, al que se accede mediante la escalera principal, se encuentran otros tres dormitorios con baños.
Como no podría ser de otra manera, la casona también cuenta con unos balcones de ensueño que parecen invitar a contemplar los árboles en silencio.
http://www.dolorespromesas.com/