Jaione Elizalde, estilista inmobiliaria y home stager, se encargo de renovar esta vivienda, situada en el ensanche de Pamplona. Sus propietarias, una madre y dos hijas, querían renovarla para poder alquilarla, ya que por ella habían pasado diferentes inquilinos y se encontraba en un estado algo deteriorado. "Decidieron utilizar las técnicas de home staging para dar un nuevo aire a este piso y mejorar las condiciones de alquiler", nos cuenta Jaione, profesional con más de diez años de experiencia en el mundo del estilismo inmobiliario.
Tras una primera visita a la vivienda y charlar con las propietarias, Jaione obtuvo toda la información que necesitaba para el desarrollo del trabajo. El reto, como es habitual en estos casos, era conseguir el mayor impacto visual con un presupuesto ajustado, intentando siempre reutilizar algunas piezas de mobiliario existente. Empezó por un lavado de cara.
Para no recargar el salón, en la zona de estar se colocaron las piezas justas: un sofá, un juego de mesas-nido, una lámpara de pie y un carrito. El primero se escogió en gris oscuro, por ser un color muy sufrido, pero el resto de los muebles son blancos. Además, la estilista inmobiliaria Jaione Elizalde apostó por pintar las paredes en tonalidades neutras.
La decoradora optó por una gama de tonos neutros para pintar las paredes de toda la casa. El suelo, de madera de roble en el salón y de fresno en los dormitorios, se conservó, si bien fue necesario sustituir el pavimento original en algunas zonas de la casa. En el pasillo y en una de las habitaciones, se instaló un laminado de roble, y en la cocina, un vinilo gris.
En cuanto a la decoración, apostó por una estética neutro, pero personal, que encajara con gustos y personalidades diferentes. Además, se logró que muebles recuperados y piezas de estilo actual convivan en perfecta armonía.
UN SALÓN CON MIRADOR
El salón se abre al paisaje a través de un gran ventanal con cuarterones.
El revestimiento de madera, no solo realza esta zona, sino también la decoración de todo el espacio, dominada por el color blanco.
COCINA EN DOS FRENTES
La cocina, de planta ancha y alargada, cuenta con muebles en dos hileras paralelas.
Los armarios inferiores se escogieron en blanco y los superiores, en madera clara. En contraste, la encimera y el suelo son de color negro.
UN DORMITORIO SERENO Y CONFORTABLE
En la decoración de los dormitorios, se partió de una base neutra, con paredes y ropa de cama en tonos blancos, a la que después se añadieron pinceladas de color a través de los cojines.
El tono claro de las paredes crea un sofisticado contraste con el suelo de madera.
CUARTO DE BAÑO EN BLANCO Y NEGRO
Pequeños detalles en el baño fueron suficientes para darle un aire nuevo: la grifería, toallas de color, accesorios de fibra y una cortina de ducha llamativa para romper con una estética apagada y monótona.
COLOR EN EL DORMITORIO
La monotonía del blanco se rompió con textiles de color.
PLANO DE LA CASA
Desde el recibidor hacia la fachada principal, un largo pasillo conduce a dos habitaciones, a un baño y al salón, ubicado al final de la planta. Éste cuenta con zona de estar, comedor y un mirador con vistas al centro de la ciudad. A la derecha de la entrada, se encuentran la cocina, un dormitorio y otro baño.
Realización: Jaione Elizalde.