Situada al sur de Tel Aviv, en medio de callejones repletos de garajes y tiendas de artesanía, Villa Salame sufrió el abandono durante muchos años, hasta que fue adquirida por una pareja danesa. Su construcción, alrededor de 1850, incluyó un patio interior de estilo árabe, y la casa fue el hogar de un agricultor y su familia.
Mientras planificaban la renovación, los arquitectos decidieron darle un aspecto de oasis moderno con tintes mediterráneos, que constituyera el refugio perfecto para huir del trajín de la ciudad.
El elemento más importante es la pared de piedra caliza que atraviesa toda la casa, desde la habitación de invitados, pasando por el patio, y hasta el dormitorio principal.
Las paredes interiores con aberturas arqueadas dictaron la distribución de la vivienda en tres áreas: un salón, un área de cocina-comedor y un tercer espacio dividido en una zona de trabajo y un baño privado.
No obstante, el auténtico corazón de la casa es el patio interior (primera foto): un espacio de calma y relax protagonizado por la vegetación, una coqueta mesa con sillas de exterior y una fuente de agua.
A continuación, te mostramos el plano de la reforma cedido por los arquitectos.
Proyecto e información: Cortesía de BoND