Convertir una triste oficina en un apartamento más luminoso es el gran logro del proyecto de reforma e interiorismo de este piso. Las artífices, Cristina Alcalá y Rosina Celada, fundadoras de Abracadabra Decor, una empresa que ofrece servicios de home staging, de reformas integrales y decoración. Esta casa es el primer cambio radical al que se enfrentaron. "Los dueños querían convertir este espacio en un apartamento de alquiler turístico en Madrid", nos cuentan. "Nos dieron carta blanca para todo, con el único requisito de lograr una vivienda excepcional y única en pleno centro de la ciudad."
Y con este objetivo, Cristina y Rosina se pusieron en marcha consiguiendo un resultado realmente espectacular.
En la decoración del estar, al igual que en el resto de la casa, muebles de estilo actual se combinaron con piezas antiguas, para crear ambientes con carácter y personalidad.
La iluminación general se resolvió con una cuidada selección de lámparas de techo, de diseños diferentes y colgadas a alturas distintas.
Un cerramiento de apertura plegable independiza el salón del dormitorio. Unas cortinas por dentro permiten dar más intimidad al espacio.
OBSTÁCULOS FUERA
El apartamento contaba con varios inconvenientes: el primero, sus reducidas dimensiones, pues tan solo mide 35 m2; y el segundo, era muy oscuro. Con dos ventanas que dan a la calle, y otras dos, a un patio interior, en el diseño de la nueva distribución se buscó crear amplitud y más luminosidad. Para lograrlo, se tiraron tabiques y se unificaron ambientes. Así, el recibidor se comunica directamente con la cocina, abierta al salón.
El acceso a la vivienda da directamente a la gran zona social, con la cocina abierta al salón-comedor.
El equipo de Abracadabra Decor optó por destinar la parte con más luz natural de la casa a la zona común, si bien comparte espacio con el dormitorio principal. El objetivo era crear una habitación totalmente independiente, que también recibiera la luz procedente de la fachada principal. ¿Cómo se solucionó?
Entre ambas estancias, se instaló un cerramiento acrislado que deja pasar la luz natural y permite ventilar el ambiente.
En la decoración del dormitorio se partió de una base neutra, a la que después se añadieron pinceladas de color.
La parte de la casa que da al patio interior se destinó a una segunda habitación y a un baño, cada uno con su ventana.
NUEVOS ACABADOS
Evidentemente, tratándose de una reforma integral, también se renovaron instalaciones y revestimientos. Se instaló tarima en el suelo de toda la vivienda, excepto en el baño, donde se colocó un porcelánico. "El baño, que mide algo más de 2 m2, no fue fácil. Por eso, para que luciera, no escatimamos a la hora de elegir los materiales. Un suelo que imita imitación baldosa hidraúlica, un mueble del lavabo acabado en roble segato, las lámparas con cristales originales de los años 30...", explican Cristina y Rosina. Las paredes se pintaron de blanco, si bien en el recibidor este acabado se alternó con un papel pintado con motivos vegetales que rompe la monotonía y aporta dinamismo a la decoración.
PLUS DE PERSONALIDAD
La carpintería es uno de los elementos que dan un carácter especial a la vivienda. No solo el cerramiento de estilo industrial que independiza el salón del dormitorio principal, sino también las puertas del resto de la casa. Éstas, que provienen de derribos, son de diferentes maderas: unas de castaño y otras de pino tea. El equipo de interiorismo
las restauró con mucho mimo para que presentaran todas el mismo acabado. "¡Cuando las elegimos, cada una era de un color!", nos cuentan.
ESTILO ECLÉCTICO
La decoración también fue clave para cumplir con el deseo de los propietarios de conseguir una vivienda con identidad. Una vez definido un fondo de paredes blancas y suelo de madera, fácil de encajar con cualquier propuesta, Cristina y Rosina optaron por una deco súper dinámica, con muebles de estilo actual, diseños de inspiración vintage y piezas antiguas recuperadas. En cuanto a los textiles, se eligieron en tonos neutros
lisos animados con detalles que ponen el toque de color.
En la habitación más pequeña se creó un segundo dormitorio, con una cama pegada a la pared y una mesilla de estilo nórdico con un punto vintage.
El cuarto de baño se renovó por completo, con un mueble de líneas depuradas, de la firma Bath, y revestimientos de aire vintage. Las paredes se cubrieron con un zócalo de azulejos tipo metro y para el suelo se escogieron baldosas hidráulicas.
La entrada de luz natural marcó la distribución de este piso de 35 m2. Así, la zona de día, con el salón, el comedor y la cocina, se ubicó entre las dos ventanas que dan a la calle. Junto al estar y separado por un cerramiento acristalado, se situó el dormitorio principal. El otro extremo de la casa, orientado a un patio interior, se destinó a una segunda habitación y un baño.