Aunque este piso, con 120 metros cuadrados ubicados en el Barrio Gótico de Barcelona, se encontraba en buen estado cuando lo adquirieron sus propietarios, estos decidieron reformarlo por completo. Para ello se pusieron en manos de la interiorista Marta Castellano-Mas quien llevó a cabo una remodelación completa -junto a Serrat-Tort Arquitectes- para adaptarlo a los gustos de sus clientes.
En el proceso de transformación, se desnudaron todas las paredes para dejar a la vista el ladrillo manual y también se dejó expuesta la estructura del techo. El objetivo era darle a la vivienda un aire fresco, atemporal, desenfadado, espontáneo y con toques mediterráneos.
A pesar de ser una casa algo oscura, el uso del color blanco en todos los ambientes suple esta característica. Además, se han usado gamas neutras y textiles ligeros para que la luz se potencie y fluya. El sofá del salón es un diseño en lino a medida.
La cocina comparte espacio con el salón y el comedor y se organiza en un único frente con una isla. La grifería es de Carlo Frattini.
Los azulejos que revisten el frente de la zona de trabajo y conviven con los ladrillos marroquíes hechos a mano.
En este dormitorio, el arco recuperado decora la pared del cabecero. Además, cuenta con baño integrado en una original composición. Todo un frente lo ocupa el armario, que deja espacio, detrás de una cortina, para la ducha y el inodoro. La bañera y el lavabo quedan a la vista, a los pies de la cama.
Aquí, el dormitorio en el que se encuentra el armario gris que se encontró en la vivienda y que aporta carácter.
En los suelos se instaló tarima de madera sobre un suelo original de baldosa hidráulica. Eso sí, se respetó el pavimento para que pudiera ser recuperado en cualquier momento. En la terraza, por ejemplo, sí se pisa sobre el mosaico hidráulico original.
La terraza cuenta con una zona de estar y otra de comedor y comunica con el salón. A través de un cerramiento acristalado, visualmente conecta con otro espacio exterior -destinado a zona de lavado y tendedero- al que se accede por la cocina.
La mayoría de los muebles se han adquirido en anticuarios y conviven con algunas piezas que se encontraban en el apartamento, como la mesa de comedor, sillas, la pintura de detrás del sofá, un armario de color gris oscuro -que se encuentra en uno de los dormitorios- o un arco de madera labrada que hace de cabecero en el dormitorio de la bañera.
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Fotos: www.dpfotos.com
Vía: ELLE Decor ES