El estudio de arquitectura de interiores Emmme Studio se encargó de toda la reforma y decoración de este apartamento, ubicado en el centro de Madrid. Irene, su propietaria, deseaba una distribución más funcional y crear ambientes con estilo, que reflejaran su personalidad. Sabía perfectamente lo que quería y en Emmme Studio se centraron en ella para lograr el hogar de sus sueños.
INTERIORES DELICADOS
Siguiendo la tendencia creativa que tiene en cuenta a las personas y a la naturaleza antes que al propio espacio, las arquitectas e interioristas Ana, Lara y Nahia -el equipo al completo de Emmme Studio- lo primero que hicieron fue estudiar los gustos y necesidades de Irene para desarrollar un proyecto que se ajustara a lo que ella quería. Primero reorganizaron los metros disponibles, después crearon un estilo nórdico, acogedor y natural y, por último, se centraron en los detalles.
La luz natural inunda el salón, que se decoró en tonos neutros, con paredes y tapicerías en blanco y gris. Los complementos textiles y pequeños accesorios se escogieron en distintas tonalidades verdes y rosas para aportar una nota fresca y desenfadada al ambiente.
MESAS AUXILIARES. Se escogieron de alturas y estilos diferentes para lograr una composición muy original.
La pared del comedor se decoró con un papel pintado con motivos geométricos, de la firma Ferm Living, que contribuye a realzar el mobiliario: en especial, el aparador de estilo nórdico, de La Recova.
RECURSO PERFECTO. Comedor, cocina y salón quedan delimitados gracias al papel que reviste la pared.
Gracias a la conexión visual y la luminosidad extraordinaria, salón, comedor y cocina, que forman una gran zona social, se perciben como un único espacio. Las contrapuertas de madera se dejaron sin vestir, para darle un aire señorial al conjunto.
COCINA ABIERTA AL SALÓN
La cocina se distribuyó en dos frentes, con una península que acoge la placa de cocción y, además, al ser volada por la parte exterior, hace las veces de barra de desayunos. Se acompañó de dos taburetes, de Cult Furniture. Los muebles de la cocina propiamente dicha se eligieron blancos y con frentes lisos, sin tiradores.
CLAVES DE LA REFORMA
El equipo de Emmme Studio tiró unos tabiques y decidió levantar otros, para conseguir una casa mucho más cómoda, con ambientes abiertos, amplios y desahogados, y unos rincones individuales ya que Irene soñaba con una casa que contara con espacios para disfrutar con los amigos, pero también estancias serenas donde relajarse. El paso siguiente era elegir el estilo que dominaría en toda la casa. La dueña es una enamorada del diseño danés y el equipo de decoradores logró plasmar esta pasión en cada sitio de la casa.
EL TOQUE CHIC. La cama se animó con una composición de cojines en tonos coordinados, de distintas formas y tamaños.
UN DORMITORIO CÁLIDO Y SERENO
Siguiendo la misma estética del resto de la vivienda, para la decoración del dormitorio se apostó por un look nórdico muy sencillo: paredes en colores suaves, muebles de madera y tejidos naturales.
Así, el suelo de madera se combinó con paredes blancas en toda la casa, excepto en el comedor y en el dormitorio principal, donde se recurrió a diferentes papeles pintados para delimitar y realzar la decoración. En cuanto al mobiliario, se combinaron muebles de madera en tonos suaves con diseños de líneas rectas y otros en delicadas líneas curvas que aportan un atractivo dinamismo. Eso sí, se colocaron solo aquellas piezas realmente necesarias, para evitar crear estancias recargadas, y se apostó por una paleta de color en tonos fríos con sutiles pinceladas de color que aportan frescura y vitalidad.
EQUILIBRIO Y BIENESTAR EN EL CUARTO DE BAÑO
El baño se revistió con azulejos tipo metro, en color blanco. La zona de lavabo se resolvió con un mueble de madera y una gran luna sin marco, para ganar amplitud y luminosidad. Para iluminar el baño se instalaron dos lámparas de techo con bombillas a la vista.
PLANO DE LA VIVIENDA
Tras la reforma, la vivienda cuenta con una gran zona común con salón, comedor y cocina integrados, y dos dormitorios; uno de ellos, el principal, disfruta ahora de luz natural. Las obras también se aprovecharon para crear un vestidor, en el lugar donde antes había un tercer dormitorio, y ampliar el baño.