La fachada.
Nuestro propósito era que la fachada fuera lo más sencilla posible, y que transmitiera elegancia y sobriedad. Destacan los dos balcones con molduras de escayola, que recuerdan los antiguos palcos sevillanos, y que son obra Javier, nuestro escayolista. El zócalo es de mármol travertino envejecido y la puerta de acceso a la vivienda, de madera de iroco, está rematada con una vidriera de estaño.