En el barrio barcelonés de Els Indians, justo detrás de la plaza Maragall, la interiorista y pintora Àngels Hidalgo encontró en un edificio de pasado industrial lo que durante varios años estuvo buscando: un piso grande y luminoso en el que establecer su vivienda y su estudio. "La venta del espacio era con la reforma incluida, pero con la posibilidad de hacer el proyecto personalizado, "nos explica y añade "pensé que ante mí se presentaba mi gran oportunidad: un espacio amplio y luminoso, asequible económicamente, muy bien comunicado, con ascensor...".
La casa se divide en un gran espacio abierto que comparten el salón, la cocina, el comedor, el estudio de diseño y su taller de artista, con zona de fregadero para lavar los pinceles. En un rincón, junto a la puerta de acceso, un cubo de cristal contiene el dormitorio, manteniendo el concepto abierto, pero dándole intimidad y, enfrente, encontramos la puerta del baño. "Para este espacio de actividades, se diseñaron tres mesas que conjugaran todos los acabados y quedaran integradas, dándole a cada una una función: comer, pintar y trabajar, de forma independiente y uniformemente", afirma. Tras pasar por un recibidor en el que vemos la escalera del edificio y el ascensor (de uso privado para la vivienda), unos escalones nos conducen al segundo dormitorio con baño, también delimitado por un cerramiento de cristal.
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Àngels Hidalgo, interiorista y pintora, buscaba desde hace años un piso en el que pudiera emplazar su hogar y estudio hasta que este se cruzó en su camino.
La vivienda estaba situada en Els Indians, el barrio en el que ella suele moverse, y el anterior propietario lo vendía con la reforma incluida.
Àngels dejó el espacio abierto y lo distribuyó con ayuda de las piezas de mobiliario.
El espacio principal lo comparten el salón, el comedor, la cocina y la zona de trabajo.
La isla de la cocina delimita el espacio a la vez que mantiene el concepto abierto.
"El pavimento de toda la casa es parqué flotante. Las luces juegan con los volúmenes del mobiliario y otros elementos de la obra, haciéndola así muy funcional y personal", explica.
Vista del espacio común desde el dormitorio, con pared de cristal.
La interiorista ha diseñado varias mesas, cada una para una función. En la imagen, la del comedor.
La mesa de estudio en la que Àngels diseña.
En el espacio destinado a pintar, la interiorista incluyó un fregadero para poder limpiar los pinceles.
Entrada al dormitorio principal.
Una puerta corredera lacada en rojo da acceso al dormitorio.
El dormitorio se cerró con cristal para darle intimidad a la vez que se mantiene el espacio abierto.
En la entrada, encontramos un baño, un armario y la puerta del dormitorio. Al fondo, el espacio principal.
La misma estancia vista desde otro ángulo.
La casa se encuentra dividida por un recibidor.
Vista del recibidor. El ascensor llega hasta aquí y es de uso privado. Unas escaleras dan acceso al segundo dormitorio.
El dormitorio se cerró con cristal para permitir el paso de la luz.
Vista del segundo dormitorio.
Vista del plano del piso tras la reforma.
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