Elegante y habitable. Lujosa y acogedora. Tradicional y moderna. En esta casa de tres dormitorios, dos baños, espacios abiertos y una amplia terraza se ha conseguido el equilibrio perfecto entre belleza y funcionalidad. Un paleta de colores serenos ha servido como hilo conductor para mezclar piezas de épocas y estilos muy diferentes y que el resultado sea coherente, con alguna nota poco convencional como el papel pintado de rayas de la cocina.
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El salón, el comedor y la cocina ocupan un único espacio en el que el gris y el beige se han combinado con la madera y detalles especiales como los tres relojes de aspecto antiguo sobre el sofá.
Yolanda también ha cuidado hasta el último detalle de la decoración de la zona exterior.
Zona de comedor con mesas, sillas y banco de madera.
El protagonismo en la cocina se lo lleva el papel pintado de rayas. Completan el ambiente los muebles de madera y cristal blanco.
Se ha aprovechado uno de los armarios para poner un pequeño tabiques detrás y dar más intimidad al comedor.
Un papel pintado de rayas se ha empleado para formar un zócalo en la habitación de matrimonio. El gris, el beige y la madera también son los protagonistas de la decoración.
Tras una puerta corredera de cristal blanco descubrimos el baño, con suelo de madera, gresite blanco, un gran espejo y muebles suspendidos.
En una de las habitaciones se ha dinamizado el blanco y el beige con pinceladas rojas y rosas.
En la otra habitación infantil, los muebles a medida para el escritorio y la cama consiguieron aprovechar al máximo el espacio.
Se ha aprovechado el hueco de debajo del armario suspendido para colocar un gran cesto.
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