Para terminar bien el día
A veces, son la mejor válvula de escape a esos días de estrés en los que tan sólo un pequeño masaje a través de unos chorros de agua controlados sirve para desconectar. Las columnas de ducha con sencillos hidromasajes instalados y empotrados en la pared son ya un hecho. Permiten la dirección de los chorros de agua a la temperatura que gustes y en la zona que desees. Algo que agradecerás al final del día.
La propuesta de la imagen es el modelo Palio, de Akí, en color cromo. Es de aluminio y su rociador superior cuadrado consta de tres funciones, así como el mango de la ducha y sus seis jets orientables.