Platos de obra
El deseo de personalizar la decoración del baño explica el auge de las duchas de obra. A pesar de que existen múltiples medidas y diseños de platos fabricados, esta otra opción, que permite elegir dimensiones, forma y material de revestimiento, gana adeptos, interioristas incluidos. Además, tienen otro punto a favor: crean sensación de amplitud y logran que el espacio esté más despejado por la transición sin obstáculos entre la ducha
EL SUELO DEL BAÑO
Claves de este tipo de instalaciones que, se recomienda, realice un profesional. El requisito indispensable para colocar una ducha a ras de suelo es que pueda construirse con una ligerísima pendiente, de modo que el agua no se estanque. Hay que calcular unos seis o siete centímetros de pendiente. Después, decidir si el desagüe se colocará en el centro de la ducha o en un lateral, para formar la pendiente de salida del agua; y el método elegido para impermeabilizar el suelo y evitar las fugas.
Es habitual utilizar un mortero especial hidrófugo para el área de la ducha y crear una segunda barrera impermeable cubriéndolo con tela asfáltica sobre la que se coloca el revestimiento elegido.
Tendencia en duchas de obra: todo revestimiento que aporte continuidad visual y sea antideslizante, como azulejos maxi para evitar las juntas, y también microcemento, que proporciona una superficie resistente y continua, en una amplia gama de colores.
FOTO: Columna para instalación en el suelo, de la
firma Ritmonio.