Blanco y negro
Este dúo clásico en interiorismo también decora baños actuales a los que aporta sofisticación.
Todo depende de cómo se combinen y del diseño de cada pieza. Como ejemplo, este ambiente con lavabo, grifería y espejo de la coleccióHermitage, de The.ArtCeram.
Las patas torneadas dan un aire vintage a la consola sinuosa, que recuerda un elegante tocador y que encuentra en la grifería bimando, con el caño alto y ondulado, su perfecto partenaire. Es el ejemplo perfecto de cómo el blanco níveo se reinventa en un diseño contemporáneo.
¿Cómo introducir el negro?
En una dosis proporcional al espacio, para que despierte interés visual con su contraste sobre el blanco, pero sin llegar a la saturación, para que no abrume. Acertarás si revistes una pared en negro. Hará que el espacio gane profundidad visual y realzará el elemento blanco que allí se sitúe. En este caso es el lavabo; en otros será la ducha, la bañera o, incluso, el inodoro. Si prefieres no arriesgar, reduce la superficie total black. Aquí, es un zócalo con piezas hexagonales. Y, ¿qué hacer con el suelo? Si hay suficiente blanco en paredes y techo, es una opción a valorar.