Te propongo que conviertas en otro aseo la zona de los armarios que está contigua al ya existente. De este modo, solucionarás el problema renunciando tan sólo a parte de la superficie de la entrada y el dormitorio infantil afectado seguirá teniendo zona de almacenaje, aunque algo menor.
Hemos dividimos el espacio en tres partes. A la derecha, la ducha, con el plato empotrado para que quede al mismo nivel que el suelo y aislada por una puerta transparente abatible. A la izquierda, y en un hueco de las mismas dimensiones –80 x 80 cm–, se ubica el inodoro, que aprovecha la bajante del baño vecino. Por último, en el centro emplazamos la zona de lavabo, de 1 m de ancho por 0,50 m de fondo. Sus laterales acogen por el otro opuesto dos armarios. En las tres áreas el techo se ha bajado para añadir un elemento más que armonice el ambiente.