Lo más aconsejable es que respetes la ubicación original del inodoro por la bajante. Los desplazamientos siempre conllevan el riesgo de que se produzcan atascos y olores desagradables. La opción más segura es no desplazarlo más de un metro respecto a su ubicación actual. Para ello, además, suele ser necesario realizar un escalón en el suelo para elevar la zona o bien ganar espacio en el forjado para conseguir algo de pendiente. El recorrido de las tuberías se puede variar sin demasiados problemas, simplemente, debes tener en cuenta por dónde van a ir por si quieres empotrar una puerta corredera en un tabique.