Organiza bien y ganarás espacio
Claves del éxito. Si tu cuarto de baño es pequeño, piensa en una buena distribución, respetando las distancias que permitan un uso holgado y sin obstáculos. Aprovecha y exprime bien cada rincón.
El aliado perfecto. Elige muebles modulares, que se adapten a tus necesidades, y combínalos para ganar todo el espacio posible. Utiliza la parte superior del inodoro, es una zona muerta que puedes usar como extra de almacenaje. Intenta que los muebles sean volados o con patas ligeras, darás profundidad y conseguirás ver el espacio más grande de lo que realmente es. Como este espacio de Ikea.
Muebles de baño: ¿Abiertos o cerrados?
Los muebles cerrados son un clásico y aunque no se vea el interior, hay que mantener un orden.
En los cajones, pon separadores para tener todo localizado, y si tiene estantes, utiliza cajas y agrupa por categorías. El objetivo es encontrar todo a la primera cuando lo abras.
Estanterías en el baño
Los muebles multifuncionales ganan sitio donde no lo hay y son un extra de almacenamiento.
Estanterías, carritos, columnas... son versátiles y tienes infinidad de modelos, materiales y tamaños. Busca los que mejor se adapten a tu baño. Los de formas rectas y poco fondo no sobrecargan visualmente las paredes y aligeran el espacio. Ambiente de Ikea.
Almacena en altura
Las baldas son perfectas para almacenar en vertical. Procura que haya 30 cm de distancia entre una y otra. Coloca lo que uses cada día en cestas o cajas. Facilitarás su uso y no castigarás las bisagras de puertas y cajones.
Si quieres tener las toallas a la vista, dobla en cuadros o rulos, y elige un color para cada miembro de la familia. Así las identificaréis rápido.
En la ducha, ¡lo justo!
No acumules productos innecesarios, ya que es la zona más expuesta a la humedad. Gel, champú, esponja y poco más.
Elige accesorios ligeros, fáciles de limpiar y de calidad, como las cestas de rejilla que puedes colgar y pegar con ventosas sin dañar los azulejos.